Importación de gasolina tiene ‘frenón’ en 2022
La participación de gasolineros en la importación de combustibles a México se ubicó en 21.5 por ciento en mayo, una reducción de 10.1 puntos porcentuales frente al 30.6 por ciento que alcanzó en el quinto mes del 2021, debido a que las empresas han comenzado a reducir sus compras en el extranjero, ante el temor de que Hacienda no les devuelva el estímulo fiscal que anunció en marzo pasado para mitigar el alza en los precios de los combustibles.
Hace tres meses, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció que las gasolinas tendrían un estímulo que llegó a ser de siete pesos para el litro de magna y 7.98 pesos por litro para la premium, en un afán por contener, mediante subsidios, el aumento en los energéticos.
“Si bien es cierto que el IEPS ya no se cobra en la venta a los consumidores finales, los importadores si tienen que pagarlo al SAT y una vez que concluya el año fiscal, se les devolverá el dinero (a los gasolineros); sin embargo, la cantidad que tiene que devolver (Hacienda) es muy grande y, por tanto, no existe la certeza de que pueda cubrir dichos retornos”, aseguró Santiago Arroyo, analista de la consultora Ursus Energy.
Gonzalo Monroy, consultor de GMEC, detalló que la incertidumbre fiscal que viven los gasolineros privados ha llevado a Pemex a tener los mayores niveles de importación de combustibles desde 2019.
“Hasta ahora los importadores privados de gasolina y diésel no tienen claridad de los términos en que se les van a reembolsar los montos que se establecieron por los estímulos fiscales complementarios a los combustibles”, comentó Monroy.
En lo que corresponde al diésel, cuyo estímulo fiscal fue de hasta 7.4 pesos por litro, la participación de los gasolineros se ubicó en 25 por ciento en el quinto mes del año, un desplome de 20 puntos porcentuales con relación a lo registrado en mayo de 2021, cuando las empresas aportaron 46.5 por ciento de la oferta nacional de este combustible.
Santiago Arroyo reconoció que existe un problema fiscal debido a que los importadores privados se encuentran en la incertidumbre por los retornos de los estímulos fiscales a los combustibles.
“Los importadores privados se han dado cuenta que el SAT está en una situación de insolvencia y es por ello que han disminuido los riesgos de su capital. Hasta ahora no les ha podido devolver el pago del IEPS, esto pese a que han acreditado el pago del mismo desde marzo pasado”, subrayó Arroyo.
La Sener informó que en mayo de 2022 el suministro nacional de gasolina y diésel alcanzó los 975 mil 158 barriles diarios de gasolinas, de los cuales, el 79.36 por ciento fue aportado por Pemex, mientras los gasolineros privados solo aportaron 20.64 por ciento de la oferta de combustibles.
Gonzalo Monroy indicó que es claro que Pemex mantiene el liderazgo en importación y producción de gasolina y diésel; sin embargo, aseguró que esta tendencia es temporal, ya que la empresa no ha invertido para mantener los números actuales.
“Es muy difícil que Pemex siga manteniendo el liderazgo en importación de gasolina y diésel, sobre todo porque no ha realizado las inversiones necesarias para convertirse en importador único. Aunque Pemex quisiera quedarse con el mercado, la realidad es que tiene problemas logísticos que le impedirían llegar a ese objetivo”, puntualizó el analista de GMEC.
Por su parte, Santiago Arroyo afirmó que la demanda de combustibles ha incrementado, no solo de la población, sino también por parte del sector industrial, lo que provocará que la paraestatal no pueda cumplir con los compromisos de demanda.
“Pemex no podrá cumplir con los compromisos si es que el SAT no le devuelve el IEPS, es ahí donde se pueden voltear los papeles y entonces serán los importadores privados los que deberán recuperar el balance del sector; sin embargo, esto va a derivar en un costo político muy grande, sobre todo por el discurso de soberanía energética de la 4T”, indicó el analista de Ursus Energy.
Alza en precio de combustibles será inevitable
Gonzalo Monroy afirmó que el Estado no podrá mantener los precios artificiales de los combustibles por mucho tiempo, ya que este subsidio está afectando a las finanzas de la administración pública.
“Esta administración lo que busca es mantener un precio artificial de las gasolinas, pero no podrá hacerlo por mucho tiempo; cuando se terminen los recursos vendrá una escalada brutal de precios que terminará por afectar a los consumidores finales”, detalló Monroy.
Para Santiago Arroyo, será a finales de este año cuando los consumidores experimenten desabasto y alza en el precio de gasolina y diésel, lo que ocasionará un aumento generalizado de hasta tres pesos en distintos productos de consumo diario.
“Pemex será el gran perdedor en el mediano plazo porque el gobierno no podrá pagar los subsidios a las gasolinas, lo que provocará desabasto. Marcas como Shell, G500, FullGas y ExxonMobil volverán a recuperar el mercado que tenían en 2018; sin embargo, el aumento en el precio de los combustibles será inevitable”, pronosticó Arroyo.