Gasolina adulterada en Zapopan
El empleado de la gasolinera de Avenida Guadalupe y Comboni en Zapopan sacó un aparatito con una pantalla digital en ceros y una pequeña aguja (Amazon vende uno similar anunciado como “analizador de combustible portátil” por 8 mil 534 pesos). El despachador sacó la bomba y llenó de combustible una especie de matraz. Insertó el dispositivo y le mostró a “Pato” el resultado. En la pantalla marcaba 91. -Las gasolinas regulares deberían ser de 88 octanos, pero la nuestra tiene 91. Es de la más alta calidad.
Entre curioso y escéptico, “Pato” dudó: ¿por qué a un empleado le interesaría hacer una prueba de octanaje? Pero no dijo nada. Terminó de surtir gasolina (había llegado con la reserva) y se dirigió a su trabajo. Pero su camioneta Mitsubishi Outlander 2011 comenzó a cascabelear cuando comenzó el ascenso por Avenida las Torres hacia el Estadio AKRON: “Era espantoso el ruido, como si le hubiera escondido una sonaja”. Eso fue el viernes pasado. Esa misma tarde, “Pato” le puso un aditivo elevador de octanaje a su camioneta. Ha evitado forzarla y cuando el tanque bajó a la mitad, le puso gasolina de otra estación y más aditivo. Si continúa la falla, la llevará al mecánico. En Google Maps, la gasolinera concesionada en que surtió “Pato” tiene 15 comentarios negativos desde hace seis meses por la mala calidad del combustible, la mitad de ellos el último mes.
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