Importaciones de gasolina en México caen a nivel más bajo desde 2015.

La compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha disminuido las compras en el extranjero en 16% con un promedio anual de 350.700 barriles diarios de gasolina. Pero las empresas privadas han compensado ligeramente las importaciones de gasolina a México. De enero a abril, las compañías privadas importaron 132.300 barriles diarios del combustible, un incremento 2,2% frente al nivel del año pasado. El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió reducir el precio de la gasolina y diésel mediante una política energética de autosuficiencia a través de la rehabilitación de las seis refinerías de Pemex y la construcción de una nueva, conocida como Dos Bocas, en el estado de Tabasco, la cual se encuentra en fase de pruebas.

La Sener, encabezada por Rocío Nahle García, ha endurecido las importaciones de combustibles al país mientras los permisos vigentes se han reducido en más de 90% este sexenio. Una de las razones por las que Pemex sigue importando gasolina obedece a que requiere plantas coquizadoras que le ayuden a maximizar la elaboración de gasolina, diésel y que reduzcan la producción de combustóleo, un residuo contaminante y con el que pierde dinero. Las plantas coquizadoras para las refinerías Tula y Salina Cruz ya están en fase de construcción, pero enfrentan retrasos que se extiende hasta 2025 en el caso de Salina Cruz. Otro aspecto es que el gigante petrolero dirigido por Octavio Romero Oropeza ha enfrentado múltiples accidentes en sus refinerías durante este año, aunque gran parte ocurrió durante mayo, por lo que aún se desconoce el impacto que tuvieron en el proceso de crudo en sus complejos.